Las autoridades rumanas arrestaron a seis individuos acusados de conspirar con Rusia para derrocar al gobierno. El plan incluía la disolución del Parlamento, la salida de Rumanía de la OTAN y la instauración de un nuevo régimen. Los detenidos habrían solicitado asistencia a la embajada rusa, lo que ha elevado las tensiones diplomáticas entre Bucarest y Moscú.